Don David es un apicultor de Vilaflor. Mientras
paseamos por sus colmenas, después de haberme puesto ropa protectora, guantes y
cobertor para la cabeza, me explica que para acercarse a las colmenas hay que
ir de blanco (el color de la Pureza), pues dice que es
el color que las abejas toleran bien por identificarlo mejor con el entorno de
las colmenas, y nunca de rojo o amarillo pues las altera. Él no se ha puesto
absolutamente ninguna protección pues dice que sus abejas ya le conocen muy
bien y se ha acostumbrado a sus picaduras. Nos acercamos a una de las colmenas y con sus dedos descubiertos coge a
una de las abejas posadas en el exterior, la cual parece no molestarse salvo por
el ligero movimiento de sus patas. Mientras él la manipula y me enseña su
cuerpo comenta que la abeja autóctona de Canarias es la negra, y que se
diferencia de otras especies que también podemos encontrar en las islas, como alguna variedad africana que es más amarilla, por su espléndida miel y su menor agresividad.
Luego abrió una de las colmenas y extrajo uno de los panales lleno de cera y
miel mientras las abejas zumbaban a nuestro alrededor. Me habló de las
maravillas de la miel de Retama, de Tajinaste, de Azahar, de Romero, de Tomillo
... Más tarde, ya en su casa, degustamos tranquilamente alguna de esas
delicadezas. Luego le dije:
- Don David, le voy a pedir algo que
quizá le extrañe.
- Diga Usted lo que guste.
- Desearía poder estar a solas un rato, lo más cerca posible de las colmenas.
Él, en efecto, me miró un tanto extrañado al
principio, pero sonriendo me dijo:
- Ustedes los de la ciudad necesitan la
tranquilidad del campo para liberarse de sus prisas y sus preocupaciones, porque
si no enloquecerían. Por eso, y porque me parece buena persona, voy a confiar
en usted y le dejaré una rato a solas con mi tesoro, pero le ruego que si se le
acerca alguna abeja por favor no se mueva ni realice gestos bruscos.
- No se preocupe que así lo haré.
Luego me acompañó al campo de las colmenas.
- Hasta aquí (me indicó a unos 30 o 40
metros de las colmenas). No se acerque más sin llevar protección. Volveré en
... ¿1 horita?
- De acuerdo, le respondí mientras él
regresaba a sus labores.
Observé el entorno. A lo lejos se veían las abejas sobrevolando alrededor de las colmenas, y me senté a la sombra de un
sauce para meditar tranquilamente y sintonizar con el lugar. El ambiente y su
silencio me envolvieron y pronto entré en un estado de profunda calma. Varias
veces oí a mi alrededor el zumbido de las abejas, pero decidí no abrir los ojos
bajo ningún concepto y permanecer tranquilo y sereno.
No llevaba mucho tiempo en ese estado, cuando me vi
nuevamente transportado, en compañía de dos abejas obreras que me parecían casi
de mi tamaño, a una de las colmenas de la Fraternidad de Apicultores. Allí,
como en la ocasión anterior, en medio de un olor indescriptible, mezcla de
eucalipto y laurel, me esperaba la maestra y reina Ibdana, la cual me saludó
con cortesía y afecto mientras me indicaba que me acercara y sentara a su lado.
- Veo que has probado nuestros dones.
- Sí, maestra Ibdana, un apicultor amigo
me ha dado a probar una sabrosa miel de retama. ¿pero cómo lo has sabido?
- Porque puedo ver en tu cuerpo, y más
allá de él, el rastro de la esencia de nuestra miel y su efecto sobre tu
energía vital. Además dice un axioma que “La miel dulcifica” y lo noto en tus
emociones desde la última vez que nos visitaste.
- ¿Te refieres a que me encuentras más
tranquilo y sereno?
- Sí, algo más, aunque aún has de
trabajar mucho con las herramientas más poderosas de nuestra Fraternidad: La
Serenidad, la Ternura y el Perdón, pues son la clave de la Bondad que es
nuestro objetivo. Pero antes de todo eso hablaremos hoy del Vuelo, ya que sin
que aprendas a volar no conseguiremos nada. El Vuelo es la base de nuestro
trabajo en la Fraternidad de los Apicultores.
- Pues me parece que... de volar nada de
nada (le dije mientras ambos sonreíamos ante mi extrañeza y la cara que se me
había puesto).
- Tranquilo. Para este Vuelo tienes alas
de sobra y como verás ahora, bien constituidas y dispuestas para volar, aunque
la mayoría de los humanos no las uséis. Así como para una abeja volar es
fundamental para su labor, pues significa poder desplazarse a grandes
distancias y recolectar “las materias primas” de su obra, para un miembro de la
Fraternidad saber volar es imprescindible igualmente, pues nos permite recolectar las
flores maravillosas y el néctar que necesitamos para nuestro trabajo: Las enseñanza de los
maestros y sus tradiciones, las prácticas y ejercicios internos, la música, las artes, el cultivo cotidiano de la
relación armónica y constructiva con los demás, etc. Así que comencemos con la primera lección de
vuelo ¿Estás dispuesto?
- Si, creo que si, aunque no sé si
controlaré el vértigo (ella sonrió de nuevo).
- Escucha, atiende detenidamente a lo
que voy a decirte. La “primera clave” que debes comprender es que para un
humano aprendiz de la Fraternidad de Apicultores, volar es “PERMANECER ATENTO”, despierto en el instante presente, en el ahora, consciente del momento.
- ¿Ese es el vuelo, eso es todo?
- Sí, eso es volar, nada más y nada
menos. Cuando hacemos esto, cuando permanecemos despiertos en el aquí y el
ahora, volamos, porque vemos las cosas desde lo interno, elevamos nuestro
“punto de vista”. Sólo desde ese estado de atención podemos recolectar el
polen y el néctar que necesitamos interiormente. Pero como irás descubriendo no es algo
fácil, pues vuestra mente, su continuo y descontrolado parloteo constante,
enseguida os hace perder la conexión con el instante, el equilibrio de vuelo, y os hace caer en tierra.
Ese flujo mental descontrolado es para vosotros como la fuerza e inercia de la
gravedad.
- Sí, lo sé por propia experiencia. Hace algún tiempo que practico la meditación, donde ese estado de atención consciente que describes es esencial, y siempre lo pierdo después de un corto periodo de tiempo. He realizado ejercicios como mirar el movimiento de las agujas de un
reloj sin perder la atención, y en mis mejores resultados apenas he podido mantenerlo durante unos pocos
minutos sin que la mente se viera invadida por mis pensamientos.
- Por tanto, la pregunta fundamental es:
¿Cuánto puedes permanecer y mantenerte en vuelo? Al principio, tal y como ya has
experimentado, seguro que muy poco, pero con el tiempo y con entrenamiento
podrás dar grandes viajes internos. Pero para eso, para poder mantenerte en el
aire, necesitas la “segunda clave” del vuelo: Has de aprender a manejar y batir
bien tus ALAS ¿Sabes de qué te hablo?
- Pues la verdad no ¿Te refieres a
alguna parte de mi cerebro, o de mi estructura energética?.
- Sí y no. Pues aunque esos aspectos son
importantes, es mucho más sencillo que todo eso. Me refiero a “LA RESPIRACIÓN”.
Nuestras alas y su movimiento, representan para el aspirante de la Fraternidad
su propia “respiración”, su proceso natural de “inspirar-espirar”, que vosotros
habéis limitado a un simple “resuello”, pero que para el trabajo interno y
vuestra salud, debe ser un proceso lo más profundo posible, que movilice
adecuadamente vuestro diafragma. Un batir de alas que en su flujo y reflujo
consciente, calme tu mente y mueva tu Alma al Despertar, invocando la presencia
de tu SER REAL, a través de la atención, del estar presente en el instante. Ese
es el secreto del vuelo: Respirar Conscientemente, con todo tu ser.
- Por eso decías que el vuelo era
fundamental para recolectar todos los dones de nuestro trabajo, para lograr el
máximo provecho de nuestras lecturas y de nuestras prácticas y ejercicios.
- Volar, querido amigo, es sacar lo mejor de vosotros
mismos, es el secreto de la Intuición e Inspiración Interior, que os alimenta
espiritualmente y os mantiene en el trabajo. Por tanto practica el vuelo, la
respiración consciente, varias veces al día hasta nuestro próximo encuentro, y
verás como cada vez podrás viajar más lejos dentro de ti y durante más tiempo. (Entonces puso en una de mis manos una hoja de Laurel, y me dijo) Ahora
cierra tus ojos, respira lenta y suavemente ...
Yo sentía como el aire,
cargado de fragancia y energía penetraba en mi nariz y pulmones y luego salía
pausadamente. Cada inhalación, cada batir de alas, elevaba mi conciencia más y
más, y mi mente permanecía serena, tranquila. No sé cuanto tiempo permanecí
así, pues perdí la noción del tiempo, hasta que sentí que tocaban mi hombro y
me llamaban.
- ¡Eh, amigo, despierte hombre!
Era don David, que había venido hasta donde me
encontraba pues debía haber pasado la hora acordada. Yo me levanté tranquilo,
sereno. Él lo debió notar en mi cara, pues me dijo:
- A Usted el campo le sienta fenomenal ¿eh? Vuelva cuando quiera.
- Gracias, así lo haré. Pero, Don David ¿me deja que le pregunte algo?
- Usted dirá.
- ¿Cuántos años tiene usted?
Me miro sonriendo, con cara de niño travieso.
- Si se lo dijera no me iba a creer ... Muchos hijo, muchos. Es uno de los regalos que el colmenar hace a los apicultores.
Y se marchó soltando una carcajada.
Y se marchó soltando una carcajada.
Mientras me dirigía al coche para regresar a casa,
sentí algo en mi mano. Era la hojita de Laurel. Entonces comprendí su
significado y el que Ibdana me la hubiera entregado, pues el Laurel es símbolo
de laboriosidad y de la constancia que lleva al triunfo, al logro de cualquier
meta. Siempre llevo esa hoja conmigo en mis prácticas de aprendizaje de vuelo.
Me da seguridad, confianza y ... me recuerda mi necesidad de Volar.
Felicitaciones por el Blog. Saludos
ResponderEliminarAgradeceré muchisimo algunos ejercicios y / o tips para mantenerse atento, con toda honestidad me resulta complicado estar mas de algunos segundos en el aquí y el ahora.
ResponderEliminarEstimado Jose Luis, hay una infinidad de ejercicios y métodos para permanecer atento en el momento presente. Este arte de la Presencia ha sido enseñado desde Budha, e incluso antes que él, por muchos maestros y seres que han despertado a lo Real. En los últimos tiempos maestros de la tradición Budista, Sufi o del Esoterismo Cristiano nos han dado claves importantes para la práctica de este Arte. En la Barra lateral del blog encontrarás referencias a alguno de ellos, como Gurdjieff, Krishnamurti, Eckhart Tolle o Thich Nhat Hanh con enlaces a algunos videos que pueden serte de ayuda. En nuestra Fraternidad los métodos básicos que te pueden proporcionar mayor duración y estabilidad en tu práctica se encuentran esbozados en las entradas "El Arte de Volar" y "El Vuelo Secreto", donde la combinación de la respiración consciente con el acto de alerta percepción y permanente novedad resultan fundamentales para este fin. Así mismo te recomendamos la obra de Eckhart Tolle "El Poder del Ahora".
ResponderEliminarUn cordial saludo de la F.A.
"¡Sé estudiante de la Vida y practicante del Amor!"
INFINITAMENTE AGRADECIDO...ES UN BALSAMO PARA LOS POCOS .. ES EL EXTASIS Y LA INSPIRACIONE DEL SER ....EL NECTAR DEL SER..SANTIRSE PRESENTE. QUE EL CIELO LOS COLME DE FUERZA Y BENDICIONES PARA SEGUIR CON ESTE FARO DE LUZ PARA LOS BUSCADORES.
ResponderEliminarCuando hablas de volar, te refieres a la meditación?
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